Artista: Claudia del Río
Dónde: Nora Fisch Arte Contemporáneo
Título: Infierno. Una aproximación a su obra, 1996-2012.
Fechas: 27 de abril al 7 de junio
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Gracias a su trabajo como profesora de arte y a su labor al frente del Club del Dibujo, Claudia del Río es una de las artistas más productivas de la escena rosarina contemporánea. Los ecos de esta influencia nos han llegado a Buenos Aires en la forma de un mito alrededor de su figura, pero su obra se ha visto sólo ocasional y parcialmente.
Esta muestra nace de un interés por revertir esa situación, por ofrecer una perspectiva sobre su obra que sea pedagógica en el sentido de qué hace Claudia del Río cuando hace objetos. Pero en lugar de proponerse como un panorama extenso (esquema imposible con una artista de extensa producción en un espacio pequeño), proponerse como una antología forzosa que intenta destilar y exponer un núcleo duro de su obra.
Cada espectador sacará sus propias conclusiones, pero para mí este núcleo estaría determinado por el trabajo con dos ideas interconectadas: la existencia de un mundo en estado de alerta, y la constitución de un sujeto estratégicamente paranoico ante el choque de una agresión sistémica. Pero a partir de esas ideas, que se nutren de lo documental, Claudia del Río pone a funcionar el humor, el exceso o la imaginación.
La materialidad y la gráfica de Coca-Cola se ha roto y se ha expandido como un virus que lo invade todo. Las niñas portan sus vestiditos y sus rifles, los hombres de nieve también. Las noticias policiales se coleccionan como si fuesen esquirlas a la vez cómicas y horrorosas de la materialidad del presente. Al no haber contexto, la locura de ese infierno político enrarece todos los gestos y expresiones, que aparecen repentinamente desdramatizadas, delirantes. Las casas son bunkers de miles de texturas defensivas. Una guerra–que está hecha de neo liberalismo, de consumismo, de propaganda y miedo–, afecta los cuerpos. En estas obras, la información de la muerte es el trasfondo de todas las fantasías.
Claudia es prolífica y produce estas representaciones organizándolas en series que se dividen por épocas, por técnicas, por títulos. Tiene en su casa casi todas sus obras. Pero esta manera de retener su propia historia parece ser menos la consecuencia de un olvido externo que una parte clave, pero secreta, de su proyecto como artista-mito y artista-ejército. El panorama abarcativo, expandido, de las obras y las prácticas de Claudia del Río, espera ser desplegado.
Inés Katzenstein
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