Artista: Pablo Rosales
Título: Artista, Media Carrera, todo destino
Dónde: Big Sur®
Fechas: 4 al 26 de abril 2015
Texto, galería de imágenes y links
“Nadie ha vivido en el pasado, nadie vivirá en el
futuro; el presente es la forma de toda vida.”
(Artur Shopenhauer según Jorge Luis Borges)
“¿Por qué el arte quiere estar vivo en vez de
estar muerto? ¿Y qué significa para el arte
parecer como si estuviera vivo?”
(Boris Groys)
Un día de la temporada mundialista de 1986, mi tía Liliana me llevó a ver una muestra de Dalí en el Museo Nacional de Arte Decorativo. La muestra incluía obras grandes y famosas como la “Apoteosis del dólar”, entre otras, que me causaron gran impresión. Estaban acompañadas por breves relatos, algunos extraídos de los diarios del artista, que recuerdo haber leído con interés; los textos me ayudaban a descubrir la imaginería de los cuadros, continentes de imágenes ocultas a una primera mirada. Me impresionó además el carácter retrospectivo de la muestra que incluía obras muy tempranas, como corresponde al mito del genio revelado que Dalí jugó. Aquel mismo día llegando a casa, creé una firma y me adherí al movimiento surrealista, comenzando una serie de dibujos titulados y fechados. Algunos incluían un breve texto que los ampliaba. Esos primeros dibujos fueron un hito personal: una promesa de destino artístico, que, aún desoyendo su mandato durante largos períodos de tiempo, siempre volvía en el recuerdo.
Comencé a pensar esta muestra con una inquietud retrospectiva. Pensé una línea de tiempo. Pensé en la Casa-Museo como un destino final posible. Pensé en la obras que ya no son, que son parte de otras, que no pude (o no estuve dispuesto a) conservar.
Pensé en la observancia estricta contemporánea de lo presente, que es muchas veces injusta con la propia historia personal. Pensé en la obsesión por el registro y la caducidad del formato digital, y en las Cápsulas de Tiempo del futuro de ayer nomás.
Pensé en el camino (algo transitado ya, rutinario) del artista contemporáneo del Museo a la Vida y de la Vida al Museo. Pensé en la espantada mirada angélica que divisa por sobre su hombro, escombros sobre escombros. Finalmente pensé en una bicicleta que acarrea un peso enorme, y que es desde su concepción una pieza de museo. Un rodado que no llevará a ningún lado fuera de aquí, que no escapa del arte, que no se acerca peligrosamente a la vida.
También presento en esta ocasión, una edición en dos volúmenes de textos autobiográficos (o autorretratos), y otros que tienen la pretensión de no serlo.
Pablo Rosales, Abril de 2015
Galería de imágenes
Fotos de Lihuel González y Gabriela Schevach
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