Artistas: Fernando Brizuela, Manuel Singüenza
Título: Paraíso artificial
Dónde: Miranda Bosch
Fechas: 29 de mayo al 17 de julio de 2015
Texto, galería de imágenes y links
Le Guignon
Para alzar un peso tan grande
¡Tu coraje haría falta, Sísifo!
Aun empeñándose en la obra
El Arte es largo y breve el Tiempo.
Lejos de célebres túmulos
En un camposanto aislado
Mi corazón, tambor velado,
Va redoblando marchas fúnebres.
-Mucha gema duerme oculta
En las tinieblas y el olvido,
Ajena a picos ya sondas.
-Mucha flor con pesar exhala
Como un secreto su grato aroma
En las profundas soledades.
Charles Baudelaire
Paraíso artificial
Baudelaire sea quizás el más claro de este conjunto de artistas al demostrar el hastío y las contradicciones de su tiempo. Un siglo y medio lo separa de Manuel Sigüenza y Fernando Brizuela, pero sus tensiones, así como las excursiones que proponen, los coloca en una línea temporal directa. Mismas batalles, distintos tiempos.
Se observa en sus trabajos una fuerte disonancia, generan una inquietud en el lector/espectador y engañan las primeras impresiones. La tensión entre forma y contenido se vuelve evidente a medida que el observador se acerca. En Brizuela, sus motivos comprometedores se esconden detrás de una composición lúdica; en Sigüenza, el origen y final de sus trabajos se ven disimulados detrás de ornamentos distorsionados.
Los sistemas propuestos en sus obras desprenden estrategias para combatir el embotamiento sensitivo que aquejaba a Baudelaire, el spleen persigue a la sociedad desde que ésta es consiente del tedio. Sigüenza elige herramientas decorativas, al procurar una estética de cocoliche, entrevera estilos europeos de diferentes tiempos, o nos invita a escapar a través de la ventana hacia el exterior que propone al inicio del recorrido. Brizuela combate con otro tipo de arma. Toma prestada una iconografía callejera para insertarla en el marco de la galería, darle valor, y reírse de las mismas artes que lo convocan en esta exhibición. Asimismo, el spleen puede ser el sentido mismo de estas obras: quizás Sigüenza esté ironizando sobre las propiedades del artista contemporáneo de investigar en exceso, mientras que Brizuela esté señalando el descuido de la sociedad sobre una porción de la misma.
Reza, reza, hasta que se gaste Dios. Miguel Angel Bustos, poeta del siglo XX, en este simple “Fragmento Fantástico” le quita el aura divina al mismo Dios. Casi fastidiado el autor agota el escape celestial, así como estos artistas, con entusiasmo y sin molestias, no se marchitan sino que se ríen de la muerte y burlan los excesos.
Clara Ríos, mayo 2015.
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