Las manos en el fuego. Beca Mundo Dios Vol. I y II

Las manos en el fuego Beca Mundo Dios Vol I y II -Vista de sala-26

Artistas: Ariel Bassano, Benjamín Malvicino, Federico Domínguez Zacur, Rocío Englender, Celina Eceiza, Lala Ladcani, Melisa Casella, Julia Andreasevich, Corina Arrieta, Felipe Reynoso, Nahuel Agüero, Santiago Ruau, Franco Nicolás Cajal, Pedro Argel, Ignacio Mendía, Agustín Huarte, Carla García Rebecchi, Leticia González, Facundo Miranda, Julieta Paladino, Florencia Reisz, Sabrina Federico, Marcos Eugenio Montoya, Marina Di Milta

Título: Las manos en el fuego. Beca Mundo Dios Vol. I y II
Curador: Equipo Mundo Dios
Dónde: Centro Cultural Ricardo Rojas
Fechas: 10 de septiembre al 31 de octubre 2015

Las manos en el fuego Beca Mundo Dios Vol I y II -Vista de sala-12

Las manos en el fuego Beca Mundo Dios Vol I y II -Benjamín Malvicino-15

Texto, galería de imágenes y links

En la brumosa esquina del puerto de Mar del Plata, se alza una casona de piedra que dio guía al trazado del barrio y a su carácter, establecida antes de que el puerto fuera puerto para que los ingenieros franceses, que posteriormente lo construirían, tengan oficinas y viviendas, por esto todo el barrio la conoce como La Casa Francesa.

En esta fantasiosa esquina hay un cabaret ya en desuso que si sabemos ver a través del vidrio mas espejado del mundo observaremos que en su interior aún está como la última noche de farra marinera, donde un neon cómplice con la pared roja de fondo revela su nombre My Dary.

Siguiendo por la vereda encontramos una puerta encima de 3 escalones de piedra, con un timbrecito disimulado y sin ningún cartel, por esta se accede al primer piso de Mundo Dios, hábitat natural de residencias para artistas y muchos otros proyectos que cruzan sus órbitas y se nutren recíprocamente, confortable e inspirador por dentro y desde sus ventanas el ensueño industrial, barcos y mar. Una angosta y empinada escalera de madera marca un segundo nivel, este cuenta con un encanto singular, es rico ver cómo coloca a los visitantes y los deja estupefactos: un gran ambiente totalmente de madera, tan empalagoso que lleva un rato superarlo y enfocar en demás detalles como los talleres llenos de obras, el hogar a leña encendido y la disposición doméstica que sugiere que además es una casa.

Una vez recompuestos nos espera Sala My Dary, de medidas amables y carácter noctámbulo, consiste en una habitación con piso y techo de pinotea y las paredes pintadas de un color rosa que parece oler a frutillas, aunque es solo un color de fondo y cada artista puede variarlo, no todos lo hacen y sabemos bien por qué: “Rosa es el nuevo Blanco”. En esta bendita sala han estallado muchos artistas comenzando un diálogo que ya tiene respuestas, gustoso de hacerse entender y también gozando en la confusión que es compartida y viaja en mentes de espectadores y artistas que son los mismos y se turnan en sus roles.

Este ensayo entre la comunicación y confusión que Mundo Dios lleva adelante mediante diferentes programas tiene su mayor aporte en el programa Beca Mundo Dios realizado en 2011 y 2014 respectivamente mediante convocatoria abierta y con el apoyo del F. N. De las Artes, 13 artistas en cada oportunidad pudieron nutrirse con docentes de primera línea y tutores fraternales, pasando por talleres prácticos y jornadas extrañas de contemplación, clínicas y la palabra (siempre la palabra) de los grandes, esos que nos afectan y causan insomnio.

Cada programa dura más de un año, generando por un lado un espacio de formación, intercambio y discusión constante para los becarios y por otro una renovación de la lista de artistas locales que el publico conocía hasta el momento, ofreciendo una programación de calidad durante todo el año.

Como conclusión de esta etapa, cada becario lleva adelante una muestra individual donde comprobamos que se encuentra el mayor crecimiento y capitalización un tanto inconsciente de lo aprendido. Una vez terminado este ciclo le siguen algunas muestras colectivas, donde nos convertimos en uno solo un monstruo de 30 cabezas, que trasnochado llega a Retiro a las 5 y media de la mañana, desayuna eso que ahí le llaman café, espera que todo este abierto y poder llegar hasta el mito del Centro Cultural Rojas, montar cada obra, divertirse, soñar, bromear y disfrutar que allí nos dejan hacer nuestro trabajo, que es la revolución cercana, contagiar a los pocos metros a la redonda que nos dé el cuero esa fiebre playera que nos caracteriza.

Claro que pintar las paredes de las dos salas de rosa es una saludadita a El Virgen, santo patrono de las vocaciones y protector de los artistas, para quien las ofrendas siempre son rosas, pero traerle al Rojas el rosa que le es propio y tanto nos inspiró, es hacer justicia.

Galería de imágenes

Links:

Residencial Mundo Dios
Centro Cultural Ricardo Rojas

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