Artista: Leopoldo Estol
Título: Sur imaginario
Dónde: Document Art
Fechas: 22 de marzo al 9 de mayo de 2016

Texto, galería de imágenes y links

En febrero junto a mi compañera, Natalia, atravesamos la provincia de Rio Negro desde el Atlántico hasta Bariloche. Luego viajamos hacia el norte de Neuquén a través de la ruta de los siete lagos hasta llegar a Aluminé donde descansamos en la casa de una amiga mapuche, Rosa.

Las vacaciones para la enorme mayoría de nosotros son el contrapunto de la exigente vida urbana, de hecho se recortan en ella, como un suspiro. A la vez, permiten espiar otros territorios, otras maneras de vida y anhelar en el asomo que algo de éso quede y nos acompañe de aquí en más.

Bajo esa premisa nos aventuramos a comienzos de este año hasta Bahía Blanca en tren porque resultaba muy económico en función de los kilómetros por recorrer y el servicio dicho sea de pasa no es tan malo como se le hace fama. En Bahía, visitamos a Agustín Rodriguez (artista, gestor y karateka) con el quien compartimos una cerveza antes de partir esa misma noche rumbo a Las Grutas.

Una fina lluvia nos recibió haciéndonos caminar más de la cuenta con nuestras pesadas mochilas y la incertidumbre de armar la carpa en un sitio que ya se encuentra bastante mojado. A escasos 100 metros del mar, el camping de SOSUNC resultó un lugar muy amistoso. El primer gran desafío que fue armar la carpa bajo el agua fue debidamente neutralizado porque este año habíamos invertido en comprar un carpa con cubretecho y suficiente espacio para entrar nosotros y las mochilas.

Cuestión que dormir separados de la lluvia por una fina capa de tela suena arriesgado y con el pasar del rato se vuelve un atractivo en sí mismo. Observar cómo nuestros sentidos perciben esa humedad y el constante crepitar del agua y así, guarecernos en lo profundo de la bolsa de dormir con alguien a quien amamos.

Las Grutas probó ser un gran lugar para el desembarco: la diferencia de agua entre la pleamar y la bajamar evita que la gente se instalé en la arena todo el día, por otro lado, son ciertos los rumores de que hay balnearios que gozan de aguas más cálidas que las bonaerenses y la mayor recompensa sería la sensación de que ¡por fin! estamos lejos de los problemas. Todo eso a ayuda a instaurar un nuevo tiempo de búsqueda y reflexión.

Equipado con un set de acuarelas portátiles y papeles de buen gramaje encaré el desafío del viaje, buscando condensar algo de la aventura sin quitarle, por supuesto, la espontaneidad al recorrido…

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