Artista:Diana Dreyfus
Título: Apuntes de superficie
Dónde: Van Riel Galería
Fechas: 5 al 26 de agosto de 2016
Texto, galería de imágenes y links
Baila por amor, Pina Bausch
Mi mano es frágil. El papel es frágil. Las líneas que sostienen al mundo son frágiles y fuertes. Pilares de fuego. Coordenadas, cimientos del aire. Vectores de mareas que mueven luz y oscuridad.
Lo que busco es el silencio. En el centro de la forma está el silencio. En el centro del mundo. Lo que sostiene al mundo es el silencio.
Tengo dos instrumentos: los materiales y el tiempo. Acontecer: volverse acto. Cada vez un acto, para ser herramienta de una alquimia que me lleve.
Organizo elementos: tintas, polvo, pinceles. Las preguntas de un caos por donde derramarme. Las respuestas de un gesto por donde construirme.
Fuerza y movimiento son asuntos distintos. Van juntos, pueden ir juntos, pero son sujetos diferentes. Entidades distintas. El movimiento necesita de la fuerza. Todo cambio de los cuerpos respecto del tiempo y el espacio. Alimento: muevo o detengo; quietud o deslizarse. Pero la fuerza es otra cosa.
El tiempo no es lineal, no es redondo. Los trazos son mi pequeña insignia. La devoción que traigo para volverme instante. El tiempo es una trampa, la aguzada incisión por la que entramos. Hago un puente, una grafía que cruce y lo interrogue. El tiempo es sólido. Es la fuga que corre por mis manos. Lo que se escapa y vuelve. Lo que poseo y toco.
Aventurar el cielo, constelaciones que no se repiten, ¿cómo será el dibujo que funda lo que vemos?
Negro. Capa tras capa un fulgor. Blanco en el blanco. Un devenir de luz, un reflejo que nació hace siglos. Mi corazón que late mientras abro, mientras miro. Un aliento cedido en cada línea.
¿Cómo se ve la forma de ese andar? No el bombeo, no el fluido. El lugar entre dar y recibir.La forma, el amor en la trama de la tierra.
Algo se pliega sobre su propio cuerpo. Un pliegue es una entrada, comenzar por muchas puertas. Hago un templo; la osadía fina de una exuberancia austera. Soy asceta. Soy la estela de un fervor antiguo, la tierra decantada. El trabajo del agua, su memoria, lo que avanza y se retira.
¿Oís? Ese campo de líneas trae el mirar de lo ausente
Lo que veo vibra, es sonido. Lo que veo suena como lo impronunciable. Sedimentos. Evaporar con cualidad de río hasta que acabe. Un lenguaje sostenido ¿de qué cosas concretas?
Lo que busco es el silencio. Una danza que aloje lo invisible.
Florencia Walfisch, julio 2016
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Fotos Gustavo Lowry
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