Bienal de Arte Joven 2017. Proyectos seleccionados de Ángeles Ascúa, Nacha Canvas, Santiago Delfino, Lilen Ferreyra y Julián Solís, Alfredo Frías, Ramiro Quesada Pons

Artistas: Ángeles Ascúa, Nacha Canvas, Santiago Delfino, Lilen Ferreyra y Julián Solís, Alfredo Frías, Ramiro Quesada Pons
Título: Bienal de Arte Joven 2017
Comité de selección y seguimiento: Lara Marmor, Patricio Larrambebere, Marcela Sinclair
Dónde: Centro Cultural Recoleta, salas 3, 4, 5
Fechas: 25 de septiembre al 21 de diciembre de 2017

Texto, galería de imágenes y links

Los artistas que forman parte de esta exposición fueron elegidos para participar del intenso ciclo de acompañamiento en el desarrollo de un proyecto que ofrece la Bienal. Son artistas jóvenes en plena actividad y sus proyectos, todos de distinta naturaleza, representan un crecimiento inédito en relación a su producción anterior.

Ángeles Ascúa, oriunda de Rafaela, provincia de Santa Fe, realiza cinco estandartes que representan distintos motivos de su ciudad natal. Están cortados, cosidos y pintados a mano por la artista y su familia. Ascúa rinde un homenaje sentimental a una zona donde abundan los nombres de mujer, a la vez que reivindica el hacer artesanal al coser con cientos de mostacillas, piedras y lentejuelas cinco efigies que alguna comparsa levantará bajo las luces del alumbrado público durante el próximo carnaval.

Nacha Canvas viajó especialmente desde Ushuaia para desarrollar Friso. La artista lo describe con la precisión y sensibilidad que caracterizan su proceder. Polvo disperso… polvo prensado con distintos pigmentos… polvo con corteza… líquido decantado y evaporado… líquido agrietado. La arcilla, en diferentes estados, traduce el ánimo del material de acuerdo a las condiciones del clima, a los moldes y formas al que la artista lo somete, a la fuerza y resistencia de su propia existencia. Friso no reconstruye ningún relato histórico o mitológico, sino que revela un paisaje en constante proceso de transformación.

Santiago Delfino realiza una máquina móvil que se desplaza sobre un piso de parquet dejando atrás una estela de arena y semillas. La situación del artefacto es ambigua: la máquina de apariencia agroindustrial funciona en el interior del espacio doméstico, y desprovista de motor, sólo puede ser trasladada por la fuerza humana.Simiente –artefacto/manifiesto- se constituye sobre una combinación de contradicciones que se oponen a la lógica de la eficiencia productivista. Delfino extrae algunas imágenes de la mitología nacional, para enhebrarlas en un discurso que sólo es eficaz en términos poéticos.

Lilen Ferreyra y Julián Solís construyen una estructura que replica parte del edificio donde funcionó la Compañía naviera del litoral S.A. La historia de conflictos y abandono de esta empresa cerrada durante la dictadura militar, luego transformada en zona de viviendas por sus ex empleados, y recientemente traspasada a la administración municipal, construye un ecosistema particular en el Puerto de San Isidro, que los artistas frecuentan en su investigación de campo. De ese paisaje recuperan objetos, grafitis, dibujos y relatos. Crean un testimonio fragmentario y plural de sus habitantes, en una multiplicidad de voces e imágenes que presentan tatuadas sobre madera e impresas en un fanzine.

Alfredo Frías presenta Apuntes visuales para la reconstrucción de una historia negra, un proyecto donde el artista inicialmente se pregunta cuál es la mejor forma de contar un hecho policial sucedido en la provincia de Tucumán ¿qué lenguaje utilizar? La historia finalmente se vuelca a una gran pintura, la única de toda la exposición. Esta obra reafirma la destreza técnica del artista y además le permite explorar las posibilidades narrativas de un conjunto de imágenes que lindan, como Alfredo explica, los límites imprecisos entre el placer y el sufrimiento.

Ramiro Quesada Pons realiza una instalación donde asocia la presencia de objetos que podrían ser animales, seres amorfos o elementos arquitectónicos con imágenes extraídas de internet por medio de búsquedas realizadas en Google. La imagen real pone en tensión la presencia de formas tridimensionales concretas con las imágenes que flotan en internet. El artista construye un espacio surreal donde conviven los seres desinformados en contacto con parte de los archivos cibernéticos de la cultura.

En la instancia de selección pensamos que el diálogo que ofrecen las tutorías y el intercambio con sus pares, las horas de trabajo en el espacio de taller en el Centro Metropolitano de Diseño, y el presupuesto que provee la Bienal, significarían una contribución para realizar las propuestas que conforman esta exhibición. Han sido cuatro meses de mucho trabajo. ¡El resultado está a la vista!

Galería de imágenes

Links:
Ángeles Ascúa
Nacha Canvas
Santiago Delfino
Alfredo Frías
Ramiro Quesada Pons

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