Artista: Laura Ojeda Bär
Título: Una es la medida del mundo
Dónde: MARCO Arte Foco
Fechas: 21 de septiembre al 09 de noviembre 2019
Texto, galerías de imágenes y links
atendeme querida por favor se acaba de ir esta tarada y ahora resulta que le tengo que escribir el texto pero SIN referirme a ella. Y tampoco (menos): hablar de sus muestras anteriores, o sea qué sé yo cualquiera pero cuando me lo propuso total libertad y ahora resulta que solo me aconseja tocar temas: 1. REFLEJO, o la vinculación entre dos espacio-tiempo distantes entre sí que entran en contacto gracias a la que pinta (o sea, obvio, ella) y 2. PUNTO DE VISTA, o sea literalmente la pintura (la pintora) como manera de mirar el mundo.
Después tenés también tema SUPERFICIES, esculturas reflejando un espacio anterior (esto tipo wow me explotó la meninges), que para ella son una manera otra de pintar, o sea un poco monotemática la mina, al final. Pintar pintar, cortala con pintar, che, ¡hablá de otra cosa para variar! Porque quiero decir: vos estás en este MARCO ARTE FOCO –yo le entendí “Foucault”, boluda, ni modular puede a esta altura, medio criogénica está, de los nervios, ¿viste?, pobrecita– y te encontrás con tres tipos de superficies: tela pintada al óleo, total normalidad, las esculturas (complicadísimo todo el tema de la preparación para poderles pintar encima, te lo ahorro) y la cortinita japonesa esa que se mandó a imprimir, con la que preserva el espacio de la muestra del afuera. Cómo son las artistas, che, resultó re torre de marfil la Ojeda Bär. Lo que sí no se puede decir es que le haga asco a nada, al final te trabaja con de todo: cosa que ve, va y te la mete en la muestra, cuánta ambición, casi demasiado artística la propuesta, te diría.
Pero no me dejés irme de tema. La muestra gira en torno de la creación como bitácora. De experiencias pasadas, presentificación de otros espacios / momentos en el acá y ahora, que es lo que ponen en evidencia esos objetoides que se mandó a producir que ahora me entero en el caso de las como vasijas va a llenar de líquido en el cual yo como espectadora me voy a poder ver reflejada (o sea, incluida) en esa superficie pintada con el reflejo de un lugar otro. ¡¿Entendés la vuelta de tuerca?! Por medio del arte, te hace habitar un espacio que vos no conocés ni sabés cuál es ni si queda en la loma del peludo o dónde. Dejás tu huella efímera en un lugar en el que no estuviste, ¿¿comprendés la genialidad?? Me agota, te juro, el nivel de pelota intelectual que maneja, no la aguanto.
Además hay autorretratos (uno hace serie, según yo, con otro de la muestra anterior con título interminable imposible de recordar pero no se lo dije a ver si para ella no) (le sigo la carrera, no te creas, casi todas las muestras le fui a ver) y espacios vacíos (pintados en óleo sobre tela) –cómo le gusta la nada, obsesionada está–, que siguen la línea del tema: la pintura es luz, una declinación particular del ver (que es una manera particular del ser).
Cuestión que muy suelta de cuerpo agarra y me dice: “Pensá tu texto como una obra más”. KEEEEE??? ¿Ahora encima te tengo que escribir una obra? ¡Pero ni en pedo! Este nivel de controlística es too much, me superó, yo te escribo lo que yo quiero, queridita, ¿qué aportás vos al panorama de la plástica rioplatense contemporánea? ¿Qué tiene tu pintura de distintivo, de (cuarto) propio? ¿Qué hace que un cuadro sea un Ojeda Bär? Eso me interesa muchísimo. Ahí me responde que SUPONE que tiene que ver con el punto de vista (otra vez), por eso: complejidad total, lo pensé mejor y no le escribo nada el texto de la muestra, agradecé si voy al opening a lo máximo divino todo besito chau, no sé quién me llama a mí a meterme en estas cosas si ni me pagan ni nada.
Ana Ojeda – septiembre 2019
Galería de imágenes
Ph: Catalina Romero
Links:
Laura Ojeda Bär
Marco Arte Foco, Fundación Tres Pinos